El culebrón Camoranessi

La posibilidad, fallida, de contratar al jugador de Juventus puso en evidencia algo que ya es una constante en las negociaciones por contratar a figuras de este tipo y también a otras de menor nivel que en este caso puntual.
Los jugadores profesionales solo son hinchas de sus contratos y su plata.
Y eso está muy bien, es una profesión corta y hay que saber aprovecharla.
El problema es que lo que creen muchos hinchas por ingenuidad o porque confían a rajatable del discurso vende humo de esos jugadores fogoneados por la prensa.
Nadie regala nada y los únicos que aman a la camiseta de verdad son los hinchas.
En River tenemos ejemplos de sobra y hay muchos ex-jugadores que tienen un discurso para el periodismo y luego actúan de otra manera.
Nadie vuelve en su apogeo deportivo.
Se enloquecen por la primer oferta para irse y nadie resigna nada para volver.
En nuestro club están muy identificados los adolescentes y jóvenes de los 90 que actúan hoy, luego de 10 años de más frustraciones que éxitos, como verdaderas viudas: las viudas de los 90.
Esperan la vuelta de los ídolos como los salvadores del presente y como los que generarán los triunfos, que añoran desesperados, del futuro.
Y nadie volverá : Crespo, Mascherano, Aimar, Dalessandro, Falcao, Demichelis, Carrizo, entre otros, están en todo su derecho juntando euros.
Un caso emblemático: Saviola no debe haber jugado desde que se fué 10 partidos seguidos.
En Barcelona, Sevilla, Real Madrid, Mónaco o Benfica fue más suplente que titular pero su cuenta bancaria debe haberse multiplicado cada año en Europa.
Priorizó su bienestar económico sobre su carrera deportiva.
Hacen lo correcto para sus intereses.
El hincha debe apoyar a los jugadores actuales y asi fué, es y será siempre.
Hoy alentemos a los Buonanotte, Mauro Díaz, Affrancino o Funes Mori.
Ya les llegará su oferta, ya presionarán para irse, ya declararán que querrán terminar su carrera en River y solo volverán si fracasan o a los 36 años llenos de euros pero sin resignar uno solo en su contrato.
Por eso nada es más importante que River Plate, ni siquiera Angelito Labruna.